Además, la automatización permite segmentar a los clientes según las distintas líneas de negocio o sedes y aplicar estrategias diferenciadas, generando un enfoque más personalizado y efectivo en la cobranza. El resultado es una mayor agilidad en el proceso y una mejora notable en la puntualidad de los pagos.
- Reducción de la morosidad: Al anticipar los recordatorios de pago, se reduce el riesgo de impago y la morosidad.
- Mejora de liquidez: Automatizar los procesos de cobranza, conciliación y gestión de deudas permite a las empresas recibir ingresos en tiempos más oportunos y predecibles, administrando de manera eficiente el flujo de egresos e inversiones de las empresas.
- Menor aprovisionamiento: Al tener una mejor planificación de ingresos, las empresas tendrán menor necesidad de provisionar fondos de reserva y, por ende, menor será la probabilidad de optar por financiamiento.